(De Juan Gelman)
Sentado al borde de una
silla desfondada,
mareado, enfermo, casi
vivo,
escribo versos
previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos,
también aquí
nacieron hijos dulces
míos
que entre tanto castigo
te endulzan bellamente.
Hay que aprender a
resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y
olvido.
______
Imagen: Juan Gelman (Foto tomada de juangelman.net)