(De Teresa Vaccaro)
Cada silla de mi casa espera,
una nube, un trueno, la lluvia.
Imagina barro en los adoquines,
algún mendigo durmiendo
en un umbral cualquiera bajo la cruz del sur.
Las sillas de mi casa
juegan a las cartas para pasar la tarde,
devanan lana para hacer el tejido
mientras se cuentan viejos secretos familiares.
Cada silla de mi casa
tiene deseos guardados:
encontrar la llave del tesoro,
la moneda en la fuente,
la sal de la vida.
Un eslabón que la enlace al destino.
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Ilustración: La silla de Van Gogh, óleo sobre tela.