(De Miguel Eugenio Germino)
“Los libros piden escuelas, y las escuelas piden libros”,
sostenía Domingo Faustino Sarmiento, aunque muchas veces los libros, las
escuelas y la educación suponen riesgos.
Pensar suele ser peligroso ante el desafío de una sociedad y
un mundo injusto e inequitativo, en el que deben enfrentarse los intereses del
dinero y un clero hegemónico, globalizados en un “poder real”.
Un osado símbolo se muestra en mampostería y letras de
molde, en los cascos de algunas estancias de Salta “la linda y devota”: “Reza,
trabaja y calla". Con ese lema, y a punta de fusil, la oligarquía
azucarera construyó su imperio en todo el noroeste argentino. Robustiano Patrón
Costas fundador del ingenio”San Martín del Tabacal”, fue parte de esa estirpe;
también lo fueron los Arrieta, los Blaquier y los Cornejo. “A la sabiduría del
libro oponerle el rezo y el silencio”, en directa alusión a no reclamar por
condiciones de trabajo dignas.
Sin embargo no existe
otro camino para la justicia y la libertad que la educación, y la instrucción
pública como garantía de imparcialidad e
igualdad para todos.
A pesar de ello, la
educación pública llegó al barrio de Almagro ya entrado el siglo XX, con más de
30 años de retraso respecto a la educación confesional, que había llegado en
1874, aún diez años antes de la
Ley 1.420 de enseñanza pública, laica y obligatoria.
Así es como en 1910,
en un sólido edificio construido en el
año 1906 sobre la calle Corrientes hoy 4262 por el arquitecto Enrique Cottini,
estilo art nouveau, se instala la Escuela Normal de
Maestras, creada por decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 5 de enero de
1910 con la firma del entonces Presidente de la Nación doctor Figueroa
Alcorta. Los cursos comenzaron el 16 de agosto de ese mismo año, y esa
inauguración formó parte de los festejos del centenario de la Revolución de Mayo.
Al acercarnos hoy a esta escuela centenaria, una colorida
baldosa nos detiene en la vereda de su frente, en la que se escriben tres
nombres: “Dora Falco, Teresita Israel y María Delia Leiva -secuestradas
desaparecidas por el terrorismo de estado- firmado: Barrios por la Memoria y la Justicia ”.
Al trasponer el gran zaguán de la escuela, nos enteramos de
quiénes eran aquellos nombres, tres ex alumnas del Normal inmoladas por
expresar sus ideas, y nos enteramos que también allí estudió hace 63 años Taty
Almeida, hoy una “Madre de Plaza de Mayo”, que viene batallando desde hace 36
inviernos para recuperar a su hijo secuestrado-desaparecido.
A propuesta del centro de estudiantes de la escuela se
decidió homenajear a esta madre, designando con su nombre desde el 2 de
noviembre de 2012 a
la terraza de la nueva construcción del establecimiento, sobre la calle
Humahuaca 4260.
También tomamos conocimiento de la larga lucha por el nuevo
anexo que llevan a cabo desde 1995 tanto maestros como Cooperadora, padres y
alumnos, ya que el viejo edificio resultaba chico, y además requería grandes
trabajos de conservación.
Finalmente las obras llegaron a su término, aún con
cuantiosas falencias y fallas edilicias. También se logró adicionar al
primitivo edificio una nueva planta, el tercer piso, y efectuar reformas en el
segundo.
La nueva construcción consta de tres pisos y dos subsuelos,
con importantes instalaciones para la biblioteca y un salón de actos para más
500 alumnos.
En el hall del
sector antiguo del edificio, una estatua en bronce, con pie de mármol rememora:
“José María Torres (1823-1895) - "Español de origen, argentino de corazón.
Director de la Escuela
Normal de Paraná. Orientador de la Enseñanza Pública.
Maestro ejemplar. Buenos Aires 16 de agosto de 1935” .
Este sería el nombre del Normal, instituido por decreto del
9 de junio de 1927, momento en el que la entidad cumplía 17 años de existencia.
Hoy en el edificio funcionan tres establecimientos: la Escuela Normal
Superior Nº 7 (el centenario Normal 7), que consta de los niveles preescolar,
primario, secundario y terciario (magisterio), al que hoy concurren en total
más de 1.300 alumnos; el Comercial 8 “Patricias Argentinas” con horario
vespertino, y el Comercial 25 “Santiago de Liniers”, con horario nocturno;
estos dos últimos en conjunto suman otros 700 alumnos.
Fue director fundador del Normal 7 el profesor Olegario
Maldonado, durante 29 años hasta el año 1939. Como reconocimiento a su labor y
dotes organizativas, el patio del nivel primario del normal lleva su nombre;
asimismo su biblioteca personal forma hoy parte de la del establecimiento.
Según el censo del año 1909, en aquel año funcionaban en el
país 42 escuelas para formar docentes, todas contaban con su biblioteca de
mayor o menor capacidad bibliográfica. La biblioteca del Normal 7 comenzó con
tan solo 411 volúmenes; en la actualidad atesora 24 mil ejemplares, en gran
parte digitalizados.
En ocasión de conmemorarse el 22º aniversario de la muerte
de Domingo Faustino Sarmiento, el director profesor Olegario Maldonado dictó
una resolución por la que se imponía aquel nombre a la biblioteca. Poco tiempo
después, el 11 de septiembre de 1915 se crearían las Bibliotecas del Aula con
el objeto de poner al alcance inmediato de las alumnas libros propios de cada
grado o curso, además de una sección de textos y otra de obras recreativas.
Como todas las escuelas normales, formó maestros hasta 1969,
extendiendo títulos de nivel medio. Con la creación del Profesorado de
Enseñanza Primaria en 1986, recuperó la posibilidad de diplomar docentes.
Comenzó haciéndolo en horario matutino y desde 1997 también en horario
vespertino.
En el año 1993 inicia sus actividades el Centro de
Estudiantes, con el lema de “Defender la Escuela Pública ”.
Tanto este Centro como la
Cooperadora cumplieron un rol importante durante la lucha por
conseguir el nuevo anexo, hoy hecho realidad.
BIBLIOTECA
Como quedó dicho, con motivo del 22º aniversario de la
muerte de Domingo Faustino Sarmiento, se impuso su nombre a la biblioteca del
establecimiento. El 11 de septiembre de 1919, la sección infantil de la Biblioteca “Sarmiento”
fue instalada independientemente del Curso Normal, con muebles y libros propios
y una organización de acuerdo con sus fines particulares.
En el año 2002 se inicia una nueva etapa, con la creación de
un nuevo cargo en el turno vespertino de la Biblioteca del
Profesorado, cuando pasa a ser titular de la misma la profesora Marina
Peleteiro. Había mucho por hacer en cuanto a su organización de acuerdo a
criterios bibliotecológicos, así como también en la implementación de
estrategias para cumplir con objetivos de formación de usuarios, alfabetización
informacional y promoción de la lectura.
Todas las acciones que se emprendieron a partir de ese
momento tuvieron un anclaje en ese pacto institucional con la lectura, que
entendía a la Biblioteca
como espacio de acceso a los derechos culturales para los futuros maestros. Con
otro enfoque recuperaba el sentido formativo que le había dado Maldonado.
Desde el año 2009 la docente María Inés Mori coordina la Biblioteca , que está
abierta al uso del alumnado y del cuerpo docente entre las 8 y las 22 horas,
reafirmando así el principio de que “la biblioteca debe ser un espacio
formativo y no un mero apoyo escolar”.
Hoy, conformado su acervo por la incorporación de las
bibliotecas personales de José María Torres, Ernesto Bavio y Olegario
Maldonado, e incrementado con nuevas obras, desarrolla una intensa actividad en
articular el plan educativo cultural, junto a los proyectos pedagógicos de los
docentes, tendientes a reforzar la capacitación del alumnado.
Se encuentran digitalizados cerca del 70% de los textos,
además se cuenta con una importante colección de CDs y DVDs. Existe la más
variada disponibilidad de manuales técnicos, novela, cuento, poesía y ensayos.
Los préstamos domiciliarios de libros alcanzan un promedio de 1.500 mensuales,
un servicio muy apreciado en un barrio en el que se mezclan alumnado de clase
media con otras más humildes.
JOSÉ MARÍA TORRES
Había nacido en Málaga, el 19 de abril de 1825. En su país
desarrolló una intensa actividad pedagógica y en 1864 llega a Buenos Aires y
ocupa la vicerrectoría del Colegio Nacional Buenos Aires.
Radicado en Paraná, despliega una amplia labor docente. Allí
fallece el 17 de septiembre de 1895. En mérito a su labor en pos de la
educación en el magisterio, el centenario establecimiento de la calle
Corrientes 4261 y el nuevo edificio de Humahuaca 4260 llevan su nombre.
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Fuentes:
-http://normal7.buenosaires.edu.ar/biblio/bibliotecahistoria.htm
://normal7.buenosaires.edu.ar/historiatorres.htm
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/educacion/docentes/superior/llama_ens7.php?menu_id=20596
-Boletín Nº 3, “Nuestra Escuela”, año 1956.
-http//normal7.buenosaires.edu.ar/historia.htm.
-Revista “Monitor” Nº 21, junio de 2009.
Agradecemos el asesoramiento de la docente María Inés Mori.
Imagen: La
Sala de Profesores en el año 1940.
Nota y fotografía tomadas del periódico “Primera Página”,
octubre de 2013.