(De Haydée Breslav)
En diciembre de 2013 se cumplieron setenta años de la muerte
en el campo de exterminio de Auschwitz, Polonia, del compositor francés Marcel
Lattès. Colaboró en la música de tres de las películas que en su país natal
filmó Gardel, y compartió con este la autoría de la bella melodía de la canción
Cuando tú no estás.
Marcel Lattès había nacido en Niza el 11 de diciembre de
1886; por esas cosas del destino, día y mes coinciden con los del nacimiento de
Gardel: la fecha ha sido consagrada como Día del Tango.
Se cuenta que fue un músico notable: a los veinte años
obtuvo el primer premio de piano del Conservatorio de París. Dedicado
tempranamente al teatro musical, compuso una decena de obras: la primera, la
comedia lírica Fraisidis, se estrenó en 1908, en plena belle époque. Las más exitosas fueron la comedia musical Le Diable à Paris, de 1927, y la
“opereta policial” Arsène Lupin banquier,
dedicada a las andanzas del personaje creado por Maurice Leblanc, de quien se
ha dicho que fue tío de Lattès. Esta pieza, estrenada en 1930, contó en su
elenco con el conocido actor Jean Gabin en su primer protagónico teatral.
También fue muy bien recibida Monsieur l’Amour, que traslada a los dioses del Olimpo al año 1972;
la crítica comparó a la opereta nada menos que con Orfeo en los infiernos, de Jacques Offenbach.
Según sus biógrafos, la decadencia del género que cultivaba
lo encaminó a la composición de música para el cine, al que aportó asimismo
delicadas canciones como Je t’attendrai,
con letra de Saint-Granier, perteneciente al film homónimo de 1932, conocido
también como Maquillage, de Karl
Anton.
EL ENCUENTRO CON GARDEL
En eso estaba cuando fue convocado para colaborar con Gardel
en las películas que en 1932 iban a rodarse en los estudios de Joinville; el
año anterior había intervenido junto a Charles Borel-Clerc en ¿Cuándo te suicidas?, el primer film del
porteño Manuel Romero (autor de Buenos
Aires, Aquel tapado de armiño y muchos otros tangos) con Imperio Argentina
como figura principal.
Fue así como Lattès compartió con el Zorzal y el cubano Don
Azpiazu los créditos de la música de Espérame,
dirigida por Louis Gasnier. Siguieron La
casa es seria, de Lucien Toniet, donde trabajó sólo con Gardel, y Melodía de arrabal, también de Gasnier,
en la que comparte la autoría de la música con el cantor, Horacio Pettorossi,
el español José Sentis y el francés Raúl Moretti, autores estos últimos de
sendas canciones interpretadas por Imperio Argentina.
Quiere la tradición que Gardel y Lattès se hicieran amigos;
nos preguntamos de qué hablarían en esa primera posguerra. Vale la pena
recordar que en rigor de verdad eran compatriotas, a pesar de que el Zorzal
contara con un documento uruguayo que, según lo demuestran incuestionables
investigaciones, se procuró para que Francia no lo llamara a filas en 1914 ni
lo considerara desertor después. Porque los cantores del pueblo no aman la
guerra.
En cambio, Lattès, en dicho año, se alistó en el ejército de
su país, que lo premió con la
Cruz de Guerra y posteriormente lo hizo oficial de la Legión de Honor.
No parece imposible que fuera él quien les contara a Gardel
y a Le Pera la historia de Madame Doumer, esposa del recientemente asesinado
presidente de Francia, que había perdido cuatro hijos durante la guerra. Lo
cierto es que la historia inspiró ese conmovedor alegato antibélico que es el
tango Silencio¸ que en su momento fue
comparado con Sin novedad en el frente,
la clásica novela de Remarque, y del que el gran cantor hace una creación
memorable en Melodía de arrabal,
película en la que, como dijimos, colaboró Lattès.
A esa película pertenece también la canción Cuando tú no estás, cuya interpretación
por Gardel fue calificada de verdadera proeza vocal. La partitura
correspondiente consigna los nombres de Alfredo Le Pera y Mario Battistella
como autores de la letra, y los de Gardel y Lattès, de la melodía.
Este último compuso para su siguiente película, Je te confie ma femme, de René Guissart,
la canción Et le reste que, cantada
por la famosa actriz Arletty, se hizo muy popular, y que en 1997 fue incluida
por Alain Resnais en On connaît la
chanson.
Su filmografía se completa con una veintena de films, de
entre los cuales merecen destacarse Du
haut en bas, de Georg Wilhelm Pabst; La Cinquième Empreinte o Lilas
blanc, de Karl Anton; Lucrecia Borgia,
de Abel Gance, con Edwige Feuillère; Avec
le sourire, de Maurice Tourneur, con Maurice Chevalier; Le mort en fuite y Le secret
de Polichinelle, de André Berthomieu; Maman
Colibri, de Jean Dréville, con un jovencísimo Jean-Pierre Aumont, y À Venise, une nuit, de Christian-Jaque.
A fines de la década del 30, la amenaza del nazismo se cernía
sobre Europa. En ese contexto, Lattès trabajó en la música de Paix sur le Rhin, una realización de
Jean Choux de 1938 sobre la novela homónima del alsaciano León Cerf, escrita en
alemán. La historia, ambientada en 1918, cuenta el enfrentamiento de dos hermanos
campesinos, casado uno con una parisiense y enamorado el otro de una alemana, y
el mensaje propicia la comprensión y la fraternidad entre los pueblos. Poco
antes del estallido de la segunda guerra, el film fue prohibido por el gobierno
de Francia.
Al año siguiente, el músico participó en Entente cordiale, una película que a
favor de un relato histórico también propiciaba el entendimiento anglo-francés
como modo de conjurar el peligro nazi que se avecinaba.
EL HORROR
Las tropas alemanas ocuparon Francia en 1940. Marcel Lattès,
que era judío, fue arrestado por primera vez el 12 de diciembre de 1941y
confinado en el campo de concentración francés de Royallieu (por el que también
pasó el poeta Robert Desnos, amigo de Raúl González Tuñón) para ser trasladado
luego al de Drancy, comandado por la Gestapo.
Pudo ser liberado gracias a los buenos oficios del
dramaturgo Sacha Guitry (quien los interpuso también en favor del escritor
Tristan Bernard) y de su hermano, el banquero Georges Lattès, quien reunió muchas
cartas que testimoniaban cuán francés era Marcel.
Pero, como dice el tango, no le valió nada. El 15 de octubre
de 1943 la policía lo fue a buscar a su casa y el 7 de diciembre lo pusieron en
el convoy N° 64, que partió con destino a Auschwitz.
Setenta años después, para los franceses es un músico
olvidado. Para los argentinos, no.
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Foto: Marcel Lattès.
Material y fotografía tomados del periódico barrrial “Tras
Cartón”, dic. 2013.