(De Jorge Eduardo
Padula Perkins)
Hay edificios históricos y edificios con historia. La actual
Casa Amarilla del almirante Guillermo Brown es un edificio histórico.
Su historia propiamente dicha apenas si se remonta a unas
décadas atrás, cuando la
Armada Argentina procedió a su inauguración.
No obstante se trata de una construcción histórica, esto es,
referente o relativa a la historia, en tanto y en cuanto constituye un
monumento de recordación del Almirante a través de una fachada que rememora la
desaparecida casa qne la que realmente habitara Brown durante más de 40 años.
Hacia 1812 Guillermo Brown adquirió al sacerdote fray José
Ramón Grela, del Convento de Predicadores, el terreno de 350 varas de frente
por 315 de fondo en el "bañado de Santa Lucía" y encargó al
arquitecto Mateo Reid (para algunos autores Reed) la construcción de una casa
que, a la sazón, tendría notable semejanza con la vivienda de la familia
Brittain y la del propio Reid, responsable de las tres edificaciones.
Con fecha 23 de junio de 1812 el escribano porteño Juan
Cortés inscribía en su registro Nº 7, folios 72 vuelta y 73, la escritura de
compra-venta de la propiedad ubicada en el "Quartel Nº 25" de
Barracas, a favor de Brown.
Todas ellas vecinas, las casas constituyeron una trilogía
que en ocasiones indujo a confusiones, más aún, si se tiene en cuenta que el
Almirante estuvo alojado en dos oportunidades en la casa del arquitecto.
Fue en aquella construcción, la de la familia Reid, en donde Brown hacía uso del
mirador de la tercera planta (de la que carecían tanto su vivienda como la de
James Brittain) para otear el río. Fue también en ella en donde estaba la
familia cuando su hija mayor, Eliza, perdió trágicamente la vida.
La casa del almirante Guillermo Brown en Barracas estaba
ubicada en el predio señalado hoy en la calle Martín García 584, en donde una
placa así lo indica: "En este lugar se alzó la casa donde vivió el
almirante Guillermo Brown y aquí falleció el III de marzo de MDCCCLVII".
La construcción original del marino fue demolida, pero
documentos escritos, pictóricos y fotográficos prueban claramente su
existencia. No era, eso sí, la única casa amarilla de la zona, pero era una de
ellas, la históricamente más valiosa porque albergó el prohombre hasta los días
de su muerte, acaecida, como se dijo, precisamente en esa estancia, en marzo de
1857.
El 22 de junio de 1948 se denominó "Solar del Almirante
Brown" y se declaró lugar histórico al predio en donde construyera su
casa-quinta y viviera durante más de cuatro décadas con su familia, en Martín
García al quinientos.
En 1983 se inauguró la actual Casa Amarilla, sede del
Departamento de Estudios Históricos Navales de la Armada y del Instituto
Browniano, que no es una réplica, sino un monumento en homenaje al Almirante
levantado en terrenos que formaran parte del lote de su propiedad, con el
objeto de rescatar para la memoria nacional su afincamiento en el lugar. Una
Casa Amarilla que solamente reproduce la fachada del hogar de Brown, sin
pretensiones de ser una réplica edilicia.
Nacido en Irlanda en 1777, Brown había quedado huérfano siendo
niño y elegido la dura profesión del mar, aprendiendo con esfuerzo las faenas
propias del navegante hasta llegar a constituirse en un joven capitán mercante.
Casado ya en Inglaterra con Eliza Chitty viajó varias veces
al Río de la Plata
hasta que en 1811 se afincó definitivamente en Buenos Aires.
A principios de 1814 ya la familia habitaba la casa de
Barracas. Esto es, su esposa, y sus hijos Eliza y Guillermo, ambos ingleses
nacidos respectivamente en octubre de 1810 y febrero de 1812.
La vivienda era sencilla. La conformaban dos pisos de planta
rectangular con puerta al centro y ventanas simétricamente distribuidas a los
lados, una de las cuales, la del piso superior que se ubicaba sobre la entrada,
tenía un balconcito montado sobre dos columnas.
Frente a la misma había un portón que por sus dos lados
tenía una reja de hierro alternada con soportes de mampostería. Dos pequeños
jardines se expandían a ambos lados de la puerta y en el espacio que quedaba
entre el portón y la entrada se alzaban dos cipreses. Dos cañoncitos en el
frente daban lugar a que la
Casa Amarilla , llamada la "Kinta" por la familia,
también recibiese la denominación de Casa de los Cañones.
Según señala el historiador Alfredo Taullard, era una
"casa de altos, del más típico estilo inglés, pintada de amarillo".
Trabajaron en la realización de la obra, los maestros
mayores de carpintería y de albañilería, Manuel de San Martín Pila y Manuel
Martínez de Castro.
Vivieron los Brown en la quinta de Barracas las alternativas
de la Guerra
de la Independencia.
El 17 de mayo de 1814 el entonces teniente coronel de marina
Guillermo Brown daba triunfante final a las acciones iniciadas dos meses antes
completando el apresamiento y destrucción de la escuadra realista en Montevideo
y provocando la caída del bastión enemigo en ese lugar.
En octubre de 1815 el marino inicia un crucero de corso
contra naves mercantes españolas convenido con el Director Provisorio Ignacio
Alvarez Thomas, mientras su familia queda residiendo en la Casa Amarilla.
Ya en 1817, mientras el navegante arriba a Londres para
apelar una medida de las autoridades inglesas de Antigua que habían confiscado
su embarcación, su esposa y sus para entonces cuatro hijos, ya que habían
nacido en el Río de la
Plata Martina Rosa y Eduardo, abandonan en forma oculta la
residencia al serle negados los pasaportes en razón de conflictos políticos que
involucraban a la expedición de Brown.
Así la quinta queda vacía, sólo al cuidado de un sirviente
negro de cerca de 24 años.
Cuando el marino llega a Buenos Aires, en octubre de 1818,
es apresado y procesado por supuesta desobediencia al gobierno en la
realización del corso y le son embargados sus bienes incluyendo la Casa de los Cañones.
Liberado el 17 de septiembre de 1819 y gozando por
resolución judicial sólo del privilegio del uso de su grado de coronel, Brown
se muda, por invitación del matrimonio Reid, a la casa de éstos. Fue en ella
donde padeció las consecuencias de al fiebre tropical adquirida durante la
travesía, el encierro de 9 meses en prisión y el alejamiento de su familia, que
lo sumieron en una depresión capaz de inducirlo a un intento de suicidio, tal
como el mismo lo relata en su "Memoria del viaje al Pacífico".
Pasó Brown larga convalecencia en la casa de Reid y volvió a
su quinta, que le había sido restituida a fines de diciembre de 1821 tras la
acción de su defensor en el largo pleito reivindicatorio, el abogado Juan
Manuel de Alzaga, y recién cuando su familia regresó de Inglaterra, a mediados
de 1822.
A partir de entonces el audaz navegante se cobijó en la casa
de sus sueños dedicándose con humildad a las faenas de agricultor. Amén de
sauces y álamos, su quinta tenía casi doscientos manzanos, más de cuatrocientos
cincuenta durazneros, cinco damascos, quince naranjos chinos, cinco guindos, un
gran alfalfar, un maizal y una huerta.
En diciembre de 1825 el Imperio del Brasil declara la guerra
a las Provincias Unidas del Río de la
Plata e inicia un bloqueo naval frente a Buenos Aires. Como
consecuencia de ello, en enero de 1826 Brown es nombrado Coronel Mayor de
Marina y es reincorporado al mando de la escuadra por ser considerado el único
jefe capaz de hacer frente a la poderosa flota brasileña.
Durante la larga contienda se suceden diversas batallas
navales entre las que se destaca el combate de Los Pozos el 11 de junio de ese
año, ocasión en que Brown, aún con desventaja numérica, logra rechazar el
ataque de la flota enemiga habiendo arengado a sus hombres con una de las
sentencias que ornamentan la entrada de la actual Casa Amarilla: "Fuego
rasante que el pueblo nos contempla".
La otra proclama del marino que se recuerda en la actual
casa monumento de la avenida Almirante Brown al cuatrocientos es la pronunciada
en oportunidad del combate naval de Quilmes en julio de 1826, cuando sus
fuerzas enfrentaban, otra vez en desventaja de número y poder de fuego, a la
escuadra del Imperio, la que finalmente debiera abandonar el ataque ante el
riesgo de que sus buques quedasen varados por la bajante de las aguas: "Es
preferible irse a pique que rendir el pabellón".
En medio de esta guerra tiene lugar la segunda estancia de
Guillermo Brown en la residencia de los Reid que obedeció a dos razones de
carácter militar.
La primera de ellas por el uso del mirador, esa tercera
planta de la que carecía su casa, como puesto personal de vigilancia de los
movimientos de la escuadra imperial sitiadora durante los pocos días que
permanecía en tierra durante la contienda.
La segunda razón fue la seguridad personal y familiar al
descubrirse un complot brasileño para quitarle la vida en su mansión de
Barracas.
Se produce por entonces, el 27 de diciembre de 1827, la
muerte de su hija Eliza, ahogada en el Riachuelo, a los fondos de la casa de
los Reid. Poco tiempo antes su prometido, el sargento mayor de marino Francisco
Drummond, a las órdenes del propio Brown, había perdido la vida en la heroica
acción durante el combate de Monte Santiago.
En agosto de 1828 se firma una convención preliminar de paz
con el Brasil y, poco después, el gobierno de la Provincia de Buenos
Aires encargado del Poder Ejecutivo Nacional, en premio a sus heroicos
servicios en aquella contienda extiende a Guillermo Brown los despachos de
Brigadier General de Ejército al servicio de la Marina , título máximo del
escalafón naval de entonces.
Durante un corto mandato como Gobernador Delegado de Buenos
Aires entre fines de 1828 y mayo de 1829, Brown reside en el Fuerte e intenta
sin éxito evitar la muerte de Dorrego mediante un pedido expreso a Lavalle,
tras lo cual presenta su renuncia.
Vivió Brown a partir de entonces al margen de los
enfrentamientos políticos de la época en los que no quiso involucrarse, años de
tranquilidad y paz en su Casa Amarilla de Barracas, hasta el otoño de 1838
cuando fuerzas navales francesas declaran un bloqueo al puerto de Buenos Aires
y el litoral del Plata, momento en que ofrece sus servicios al gobierno de
Rosas para la defensa de la
Patria y a los 61 años vuelve a alistarse al mando de la
escuadra.
Los diversos conflictos internos y externos que enfrenta
Rosas incluyen la presencia hostil de naves inglesas y francesas en la zona y
la declaración de guerra del mandatario uruguayo Rivera.
Frente a la escuadra de la Confederación
bloqueará Brown a Montevideo y causará varias derrotas a las naves orientales
entre ellas la de Costa Brava en donde tuviera como jefe adversario a José
Garibaldi, en agosto de 1842.
Tras la derrota de Rivera por parte de Urquiza en 1845 y
después de un hostigamiento sobre Montevideo, las aguas de la política, más
tormentosas que las de los ríos y mares, pondrán a Brown en la dolorosa
situación de tener que entregar su escuadra a las fuerzas anglo-francesas
contras las que tenía órdenes expresas de evitar todo acto de violencia.
A raíz de ello el marino decía en nota al gobierno que:
"Tal agravio demandaba el sacrificio de la vida con honor, y sólo la
subordinación a las superiores órdenes de V.E. para evitar la aglomeración de
incidentes que complicasen las circunstancias, pudo resolver al que firma a
arriar un pabellón que durante treinta y tres años de continuos triunfos ha
sostenido con toda dignidad en las aguas del Plata".
La impresión que el vejamen sufrido le produjo, lo decidió a
retirarse definitivamente del servicio activo y consagrarse desde ese momento a
la vida de hogar.
Por un tiempo se retiró a su chacra de Quilmes dedicándose
al cultivo de la tierra y a la venta de hacienda y en 1847 viajó a su tierra
natal.
De regreso en Buenos Aires se instaló en la Casa de los Cañones en donde
escribía sus Memorias y recibía numerosas visitas, aún de los que otrora fueran
sus adversarios como el jefe naval brasileño Juan Pascual Grenfell.
Su presencia era habitual en las ceremonias religiosas del
templo de San Telmo y con regularidad apoyaba obras de beneficencia, tal como
la se las monjas Catalinas a las que donaba parte de su sueldo militar.
En enero de 1857 la Casa Amarilla alberga a un Guillermo Brown
enfermo. Los periódicos informan diariamente acerca de su desmejorado estado de
salud y su confesor y amigo, el padre Fahy, lo visita con inusitada
frecuencia.
En la noche del 2 de marzo su respiración se hizo
dificultosa y acudieron con premura a la casona el médico, el sacerdote y
varios de sus amigos, entre ellos el Coronel de Marina Luis Murature.
Cuéntase que con elocuentes palabras de corte marinero Brown
se dirigió a éste diciéndole: "Comprendo que pronto he de cambiar de
fondeadero" y mirando al padre Fahy, agregó "pero ya tengo el
práctico a bordo...". Apenas iniciado el 3 de marzo, dejó de existir.
La oración fúnebre que pronunciara el entonces Ministro de
Guerra de Buenos Aires, coronel Bartolomé Mitre, ponía, junto a las glorias del
Almirante, la imagen de su residencia, a la que mencionara como "su
risueña morada de Barracas... albergue pintoresco y apacible, donde el audaz
marino reposaba de sus fatigas en los mares procelosos de la vida".
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Bibliografía y Fuentes:
-Arguindeguy Pablo E., "La quinta de Brown en Barracas
estuvo pintada color amarillo", revista Del Mar, Instituto Browniano, Nº
128, Buenos Aires, octubre de 1988.
-Arguindeguy Pablo E., "Las estancias del Almirante
Brown en la Casa
Amarilla , ídem.
-Eleta Fermín y Barros Marcelo, "Las campañas navales
del Amirante Brown entre 1841 ? 1845", Comisión de Estudios Históricos
Navales del Instituto Browniano, Bs. As., 1980.
-Muzzio Rodolfo A., "Reseña biográfica del Amirante
Guillermo Brown", Comisión Nacional de Homenaje al Almirante Guillermo
Brown en el bicenterario de su nacimiento, Bs.As., 1978.
-Piccirilli Ricardo y Gianello Leoncio, "Biografías
Navales", Dpto. de Estudios Históricos Navales, Bs.As., 1963.
-Ratto Héctor R., "Historia del Almirante Brown",
Instituto de Publicaciones Navales, Bs.As., 1985.
-"Casa Amarilla. Comisión Nacional Ejecutiva Ley
21.586", Buenos Aires, sin fecha.
-Revista Del Mar, Instituto Browniano, Nº 118, Buenos Aires,
enero-junio 1982.
-Periódico "Gaceta Marinera", Buenos Aires, 23 de
junio de 1983.
-Periódico "Gaceta Marinera", Bahía Blanca, 30 de
junio de 1984.
Imagen: La Casa Amarilla en la actualidad. (Foto tomada de wikimapia.org)
Nota tomada de la página http://www.devotomagazine.com.