(De Raúl Lafuente)
Músico diverso y compositor sensible, creador de valiosas
canciones. Fino compositor, intérprete de armonio, piano, bandoneón y guitarra.
Este último instrumento es el que lo identificó permanentemente en el recuerdo
de los adictos al tango.
Realizó sus primeros estudios musicales en un colegio
religioso de Buenos Aires, los que continuó aún después de sus primeras
actuaciones profesionales en el año 1915. Su primer tango,
"Presentación", permanece inédito.
Integró pequeños conjuntos actuando en casas de baile y
recorriendo las provincias argentinas. Entre sus compañeros, recordaba con
cariño al bandoneonista Angel Danesi.
En 1920, en Bragado, conoció al poeta Enrique Maroni y con
su colaboración publicó inmediatamente el tango "La tipa", llevado al
disco tres años más tarde por Rosita Quiroga. Un año después, Maciel pasó a ser
quitarrista del sello R.C.A.-Victor donde acompañó al dúo chileno
Glos-Balmaceda.
Allí conoció a José María Aguilar, junto a quien realizó
grabaciones en dúo de guitarras, acompañando además a los artistas de aquel
sello; en primer término a Feria-Ítalo y luego a Rosita Quiroga.
La circunstancia de que Maciel también fuera intérprete de
piano le valió la triplicación de la exigua paga que tenía entonces en la
grabadora. En el tango "Sollozos" de los hermanos Fresedo acompañó a
Rosita Quiroga en armonio.
En 1925, el pianista Carlos Vicente Geroni Flores le
presentó a Ignacio Corsini, quien le tomó una prueba a Maciel, contratándolo
inmediatante luego de escucharlo en guitarra y piano. Las actuaciones junto a
Corsini se prolongarían hasta el año 1943. Sus primeros compañeros en guitarras
fueron José Aguilar y Rosendo Pesoa. En 1928, Aguilar deja el conjunto y se
incorpora Armando Pagés.
Formó posteriormente una orquesta típica, y debutó en Radio
Argentina y luego en Radio Porteña. Poco a poco fue espaciando sus actuaciones
y en la década del '50 se retiró para jubilarse.
Hubo dos personajes fundamentales que no pueden faltar en
una semblanza veraz de Enrique Maciel. El intérprete que llevara al disco y
tuviera en su repertorio de públicas actuaciones la mayor de de sus obras:
Ignacio Corsini y el gran escritor y poeta Héctor Pedro Blomberg.
En 1929 iniciaron sus colaboraciones Maciel y Blomberg con
tres obras: el tango "La mazorquera de Monserrat" y los valses
"La pulpera de Santa Lucía" y "La guitarrera de San
Nicolás"; en el año siguiente realizaron dos grandes tangos: "La
viajera perdida" y "La que murió en París". En ellos, se apartó
Blomberg del clima de casi toda su producción para el cancionero, centrado en
la época de Juan Manuel de Rosas, en el Buenos Aires de 1840 y otras obras de
carácter evocativo. Sin ninguna duda son dignos de figurar entre las
producciones de los grandes letristas del tango.
Además de Héctor Pedro Blomberg y Enrique Maroni, Enrique
Maciel colaboró musicalmente en otras composiciones con el mismo Ignacio
Corsini ("Aquel cantor de mi pueblo"), Juan Velich, Enrique Dizeo
("Siempre tuyo", vals), el uruguayo Francisco Brancatti ("Bicho
feo", "En la vieja pulpería", "Señor"), Eugenio
Cárdenas ("Ansias sublimes", vals), Enrique Cadícamo
("Picaflor", "Que pare el baile", "El barrio está
triste"), Agustín Magaldi y Pedro Noda ("Desprecio", milonga),
Horacio Sanguinetti ("Morocha triste", canción) y Celedonio Flores
("Mala entraña"), entre otros.
Fue Maciel un hombre humilde y afectuoso. La modestia adornó
la gran figura de quien hizo tan importante aporte al tango y al cancionero en
general. Había nacido el 13 de julio de 1897 y falleció el 24 de enero de 1962).
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Fotografía: Enrique Maciel.
Tomado de la página web todotango.com,
donde se aclara que esta biografía fue publicada en "Cuadernos de difusión
del Tango", Nº 20, dirigida y editada por Salvador Arancio.