28 mar 2013

La plaza Belgrano


(De Ricardo M. Llanes)

Dentro de la extensión de la ciudad de Buenos Aires, que mide 197 km2, figuran -y ello conforme con la ordenanza Nº 23.698 del 11 de junio de 1968- cuarenta y seis barrios (1) señalados  con los correspondientes límites que para cada uno indican las calles del nomenclador porteño. Algunos de estos barrios no cuentan con una sola plaza, los nombrados Boedo (2), Colegiales, Coghlan, etc; y en cambio no ocurre así con los denominados Palermo, Belgrano y Caballito, ricos en plazas y en parques. Claro está que el perímetro abarcado por éstos es mucho mayor que el comprendido por aquéllos. El barrio de Belgrano, además de los verdes espacios de las barrancas, tiene las plazas Castelli, General Paz, General Belgrano y, entre alguna otra, las llamadas República de Honduras y República del Ecuador, empero, la que debemos encontrar en el tiempo viejo, la verdadera plaza Belgrano, que entra en la traza del pueblo efectuada por don Saturnino Salas el 1º de diciembre de 1855, es la que está encuadrada por las calles Juramento, Echeverría, Cuba y Obligado, cuyos primitivos nombres fueron los de Lavalle, Rivadavia, Cerrito y Riobamba, respectivamente.
La plaza Belgrano, con sus 10.200 m2 de superficie, guarda de los históricos días de junio y julio de 1880 el levantado verbo de los tribunos que acompañaron al presidente Nicolás Avellaneda cuando éste debió, por imperio de las circunstancias, trasladarse al pueblo de Belgrano para instalar el Congreso en la casa de la Municipalidad. Y de ahí que en esta plaza se encontraran y dialogaran, respecto de la revolución declarada en aquellos días en la ciudad de Buenos Aires, prominentes figuras de preclaros argentinos. "Frente a la plaza -dice Héctor Iñigo Carrera en su palpitante Historia de Belgrano, pueblo, ciudad, capital y barrio-, la casa de Avellaneda veía llegar a Sarmiento, poniendo a disposición del Presidente su pluma y su espada. A Pellegrini, en constante ir y venir durante todos esos días entre los combates y la consulta al Poder Ejecutivo radicado de hecho en la casona (3) en la persona del Presidente. Y a Mitre, en solitaria y modesta grandeza, penetrar inesperadamente en Belgrano y llegar hasta la residencia del Presidente, por la calle lateral Riobamba -hoy Obligado- (4), a pocos pasos de la esquina de Echeverría, llevando en su mente la solución definitiva.
Así como en sus mejores tiempos resultó el ágora de oradores de color político o de patriótico corte, fue también el iluminado patio de los maestros y escolares entonando el Himno, como fue igualmente escenario colorido y bullicioso en las noches carnavalescas, con la fantasía y la gracia de sus palcos, que animaban las más bellas niñas de la sociedad tradicional. Y el prestigio de su historia luce sus diferentes anales en los recuerdos de sus cuatro cuadras: brilla en la imagen de Avellaneda, el procónsul de la dignidad patricia, como en los nombres de los arquitectos José Canale (1833-1883) y Juan A. Buschiazzo (1846-1917), que tuvieron a su cargo, cada cual en su tiempo, la construcción de la magnífica como original iglesia de la nave redonda, que es la Inmaculada Concepción. Frente a ella, el Museo Histórico Nacional, ocupando el edificio  de la que fuera Casa Municipal (obra también de Buschiazzo), que se dejara inaugurada en 1873. Y en esa misma cuadra, en Cuba 2041, el otro edificio en el que funcionan las Escuelas Nros. 1 y 2 del Consejo Escolar 10º, que lleva el nombre de Casto Munita, (1883-1933), el inolvidable filántropo belgranense que donó un millón de pesos con destino a la fundación de la Primera Escuela Graduada de Belgrano. Y en Juramento 2291, donde ahora tenemos el Museo de Arte Español "Enrique Larreta", vive la memoria de su primer propietario, el respetable hacendado que fuera don Francisco Chas, casado con doña Catalina Salas de Chas. Ellos serían los suegros del ilustre ingeniero Ernesto Bunge, que fue quien construyó la casa que con el tiempo pasaría a poder de la señora Mercedes Castellanos de Anchorena, y por herencia a su hija Josefina Anchorena de Larreta, esposa del autor de La gloria de don Ramiro, que fue don Enrique Larreta.
Y recuérdese que en tiempos del hotel "Watson's", el que por el año 1874 ya estaba en lo que hoy es Obligado 2070 (5), al costado de la iglesia, en casa con arcadas y mirador, la plaza tenía su larga hilera de postes que servían de palenques a los asistentes a los escaños del templo tanto como a las mesas del hotel.
Tuvo esta plaza una estatua del general Belgrano (6), la que a fines de 1879 fue derribada y destrozada por un grupo de vecinos, indignados con aquélla por considerarla un mamarracho. El monumento que hoy vemos en ella es obra del notable artista del cincel Héctor Rocha, y fue inaugurado el 24 de septiembre de 1961, después de cincuenta y un años del día en que se dejara colocada la piedra fundamental, que fue el 29 de mayo de 1910.  
______
(1) Cuarenta y ocho en la actualidad (N. de la Redac.)
(2) Este barrio cuenta actualmente con una plaza: la Mariano Boedo, en el predio donde estuvo la estación de tranvías Vail (Sánchez de Loria desde Estados Unidos hasta Carlos Calvo). (N. de la Redac.)
(3) Era propiedad del médico José Mariano Astigueta, y en ella vivió el  presidente de la República doctor Nicolás Avellaneda durante tres meses y medio, aproximadamente, es decir, desde el 8 de junio hasta el 20 de setiembre de 1880. La entrada principal era la de Echeverría 2292. Fue demolida en noviembre de 1959, después de haber cerrado sus puertas el restaurante "Dietzel", que por varios años se mantuvo en el lugar.
(4 y 5) Actualmente Vuelta de Obligado. (N. de la Redac.)
(6) Para aquellos que no está en su conocimiento, digamos que el nombre de Belgrano dado a este barrio, así como a su plaza principal, responde a la inspiración del prócer don Bernardino Rivadavia, quien, al decretarse honores fúnebres al creador de la Bandera argentina, "invitó a los concurrentes a organizar una suscripción popular con el objeto de fundar una ciudad que llevara su nombre" (Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina). El anhelo rivadaviano quedaría cristalizado recién en el año 1855 (6 de diciembre), al fundar el gobernador doctor Valentín Alsina el pueblo de Belgrano, incorporado totalmente a la Capital Federal en 1888.

Imagen: Monumento a Manuel Belgrano en la plaza homónima (Foto tomada de skyscrapercity.com)

Nota tomada del libro de R. Llanes: Antiguas plazas de la ciudad de Buenos Aires, Colec. Cuadernos de Buenos Aires (XLVIII) 1ª Edic., Ediciones de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1977.