26 may 2014

Los mojones de la avenida General Paz



(De Susana Boragno)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Recorriendo la colectora de la avenida General Paz, en el límite con la Provincia, se pueden observar unos objetos de hierro fundido, instalados algunos en las veredas, en las esquinas o empotrados en la pared. Son mojones que tienen una gran importancia histórica, a pesar de que ahora pasan inadvertidos, o son observados con   indiferencia por los transeúntes.
La Argentina, que carecía de ciudad capital, buscaba concretarla en Buenos Aires, que era la capital histórica de la provincia. Luego de la cruenta revolución de junio de 1880 entre porteños y nacionales, el Gobierno Nacional presidido por el doctor Nicolás Avellaneda logra su objetivo y deja de sentirse “huésped” en la capital provincial. Se declara a Buenos Aires capital de la República Argentina y las autoridades provinciales fundan la ciudad de La Plata, como nueva sede.
En 1887, después de trabajosas negociaciones, la Provincia cede a la capital los Partidos de San José de Flores y Belgrano. Una de las condiciones indispensables de esta anexión, era que la Nación construyera a su costa un boulevard de cien metros de ancho, en el mismo límite del territorio cedido. En 1888, los ingenieros Pablo Blot y Luis Silveyra, nombrados por los Gobiernos Nacional y Provincial respectivamente, fueron los encargados para trazar la línea de deslinde en el territorio cedido.
El Presidente de la República Dr. Miguel Juárez Celman aprueba el informe y el plano adjunto, remitido al Ministerio del Interior de la Nación por los mencionados ingenieros en cumplimiento de la ley 
N° 2089, del 20 de septiembre de 1887. Por su parte, el gobernador de la Provincia Máximo Paz, también aprueba el nuevo trazado.
La toma de posesión de los partidos de Flores y Belgrano se hizo por decreto en el año 1888. Era por entonces Intendente Municipal el Dr. Antonio F. Crespo. Las actas se labraron el 11 y el 14 de febrero de ese año con los Intendentes don Florencio Núñez por Belgrano y don Enrique Quintana por Flores. Justamente, fue entonces que para delimitar ese boulevard, se colocaron esos mojones de hierro fundido.

MOJONES DE LA GENERAL PAZ
La palabra deriva del hispano-latín Mutulus, cabeza sobresaliente de una viga. Voz, quizás tomada del etrusco y probablemente con parentela en vasco: muturr, hocico, morro. El amojonamiento es el acto de colocar hitos, mojones o cualquier señal que indique los términos, límites o líneas divisorias de un territorio. En 1824 se especificó que se debía utilizar para amojonar la piedra sillar, pero como este material era escaso en el país, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se adoptó el hierro.
La avenida General Paz tiene una forma poligonal, que está delimitada por los mojones A, B, C, D, E que se colocaron en los puntos de quiebre de la línea de circunvalación. El A es el punto de arranque, el más próximo al Río de la Plata, hoy enterrado 80 cm. en un predio que ocupa un club policial. El B estaba en el cruce con la avenida Republiquetas; el C a la altura de la avenida Francisco Beiró; el D coincidió con el Km 16, calle Tonelero en sesgo con la avenida Díaz Vélez y el E, se colocó en el Km 23, un  meandro del Riachuelo, antes de su rectificación.
Los restantes mojones se ubicaron a la distancia de un kilómetro entre sí, sumando un total de 23. Cada mojón tiene una altura aproximada de 80 cm. y un ancho de 32 cm. por lado. De una parte muestran la inscripción “Capital Federal” y de la opuesta “Provincia de Buenos Ayres”. Un tercer lado indica el kilometraje y el restante, el número de mojón. El límite exacto entre la Provincia y la Capital pasa por el centro del mojón. La avenida General Paz pertenece toda a la Ciudad Autónoma, mientras la Provincia empieza en el borde externo de la avenida. 
Del total de mojones colocados, sobreviven hoy tan sólo 10. Subsisten dos que tienen la rareza de estar empotrados en la pared. Como dato curioso se puede decir que el vecino duerme y vive en la provincia, pero cuando sale de su casa ya está pisando en territorio capitalino.
Cuando se colocaron estos mojones, todo era campo, chacras y quintas; quedaban perdidos en la inmensidad de la pampa. El nuevo camino, que dividió campos sembrados, arboledas y cercos, fue transitado por carretas, jinetes, diligencias y carros. Hoy, son mudos testigos del intenso tránsito que circula por la colectora de la avenida. Es importante, en primer lugar, conocer estos curiosos hitos y luego preservarlos como patrimonio de nuestra ciudad, fundamentalmente por su significativo valor histórico.
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Ilustración: Uno de los mojones de la avenida General Paz del lado de la Capital Federal.