(De Boris Frontera)
Yo soy Prudencio Navarro,
el
cuarteador de Barracas...
Tengo un pingo que en el barro
cualquier carro
tira y saca...,
son palabras que por ahí andan, como a la espera de que les
dejen rehacer un Buenos Aires que ciertamente no existe y que, sin embargo,
está a la vuelta de la esquina.
En pos de ellas las cosas vienen,
arrastradas “a la cuarta”, por las calles grises de la aglomeración fabril,
entre fachadas de mampostería que los años agreden y veredas a las que asoma
sus manos el olor de una magnolia. Quedan atrás los desniveles de la vieja
Patricios, y por Gualeguay, por Pinzón, por Alvarado, por Perdriel, por
Luzuriaga, por Osvaldo Cruz, de pronto se escucha la voz de ese tango esencial
e innominado que nos sigue como una sombra, empeñado ahora en glosar esa
dimensión de depósitos, de paredes
despintadas y pintarraejadas, de glicinas anacrónicas y recientes.
No es ningún tango en particular y son, a
la vez, todos cuantos aluden o avizoran
un barrio con resabios de pueblo y situado tan lejos del Centro como la
imaginación quiera. Un vecindario con tardecitas polvorientas a las que llega,
inevitablemente, una sugestión campestre:
No te apurés, Carablanca,
que no tengo quien me espere...
Nadie extraña mi retardo,
para mí siempre es temprano
para llegar... No te apurés, Carablanca,
que al llegar me quedo sólo...
Y la noche va cayendo
y en sus sombras los recuerdos
lastiman más.
Ahí tenemos la soledad, el tiempo cumplido, ese diálogo sin
interlocutor en que solemos incurrir los porteños, "Soledad, la de Barracas”, si
así se desea, siquiera para valernos de esa borrosa imagen de ingenuidad
antigua:
La cosa fue por Barracas,
la llamaban Soledad...
No hubo muchacha más guapa,
Soledad la de Barracas,
que me trajo soledad.
Después, la visión se emancipa de la
nostalgia y el que camina sin saberlo hacia un Oeste que siempre se diluye,
musita, o tararea, o acaso apenas le tiembla en los labios:
Yo soy del barrio de Tres Esquinas
viejo baluarte del arrabal...
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Imagen: Carro sobre la cornisa de la esquina "Manoblanca" (Foto tomada de notife.blogspot.com)