(De Oscar Félix Haedo)
Mientras la controversia en torno de la obra futura de la
tucumana (1) adquiría estado público, en el barrio de Belgrano colocábase una
fuente en medio del silencio periodístico, quebrado por una revista de escasa
circulación que informaba sobre la actividad marina del donante –Nicolás
Mihanovich–, justificando el uso de delfines y caracoles como motivo artístico.
“Al señor Joaquín Sánchez, jefe de la sección Belgrano, debe
la localidad gran parte de sus modernos adelantos. Si los afirmados, las
arboledas, la higiene en general, han sido debidamente atendidos, no lo ha sido
menos la obra de embellecimiento edilicio, y por eso puede Belgrano ostentar el
hermoso paseo de la Barranca,
que se destaca con verdores ondulantes y graciosas sinuosidades hasta la vía
del ferrocarril, dominando desde sus alturas al majestuoso Plata. Las dos
principales y escarpadas calles de que ha sido dotado este paseo se encuentran
coronadas, en la cuchilla de la lomada sobre cuya falda se desarrolla aquél,
por dos obras de esculturas debidas a la generosidad particular. Una es el
busto en mármol del prócer de la Independencia que da su nombre a la localidad,
donado por el señor Antonio Santa María, y la otra es una bellísima fuente de mármol
dolomítico amarillo del Azul, sobre basamento de granito de Tandil, debida al
escultor señor Arduino.
”El valor de esta obra, que pasa de seis mil pesos, ha sido
sufragado por el señor Nicolás Mihanovich, el acaudalado dueño de la más grande
flota de vapores de Sudamérica, y cuya mansión señorial es una de las que más
concurre a hermosear la parroquia de Belgrano.
”El nombre del generoso donante, grabado en la dura piedra
de la fuente, será recordado siempre por el vecindario, máxime cuando tan poco
acostumbrados estamos a ver actos de desprendimientos semejantes.
”Tiene la fuente 4 y ½
metros de altura desde la superficie superior de las gradas de granito,
o sea unos cinco metros, éstas comprendidas.
”A excepción de los cuatro delfines del cuerpo central, que
son de mármol blanco, todo lo demás es de mármol amarillo del Azul; habiéndose
empleado 30.000 kilos del mismo, reducidos por la escultura, una vez concluido
el trabajo, a cerca de 15.000.
”El todo está coronado por una castaña de bronce dorado con
juego de agua de 22 cm.
de ancho en la esfera y 0,38 en su conjunto.
”Se han empleado en la fuente 32 bloques de piedra, de los
cuales 4 han sido colocados en la base que sostiene la pileta grande; 4 en
dicha pileta; 5 en los escollos colocados dentro de la misma, que sostienen las
conchillas, donde derraman el agua los delfines y cada una de las cuales está
formada de un solo bloque.
”El paraguas tallado de una sola pieza, que cubre a los
delfines, así como la base de la aguja, que desde aquél se levanta, la aguja
misma y el final de ella, constituyen el resto de las diferentes piezas que se
han empleado en la construcción de la fuente.
”En toda su altura,
sobre su eje, reina una cañería interior con sus ramales correspondientes para
los juegos de agua.
”La obra se terminó a los cuatro meses de estipulado el
contrato entre el escultor señor Arduino y la comisión de vecinos que corrió
con todo lo referente a la ejecución de la misma, eficazmente ayudada por el
señor Sánchez”(2).
La misma publicación reproducía los proyectos del arquitecto
italiano Víctor Meano sobre el palacio del Congreso Nacional en vías de ejecución,
con profusión de planos, fotografías y dibujos; en una de las láminas reproducíase
la futura Plaza del Congreso remodelada, luciendo sobre la avenida Entre Ríos
cuatro fuentes similares a las ubicadas en la Plaza de la Victoria; empero, el proyecto no pasó de tal.(3)
Con la fuente, Belgrano contaba con un motivo artístico
decorativo.
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(1) Se refiere a la escultora Lola Mora. (N.de la R.).
(2) Revista La ingeniería,
órgano oficial del Centro Nacional de Ingenieros. Nº 11. Nota “Edilidad”, por G.
S. Bs. As., 15/6/1901. Juan Arduino nació en Milán (Italia) en 1858 y falleció
en Buenos Aires (28/4/14).
(3) Revista La
ingeniería, Nº 50 – 51, Bs, As., 30/6/1900.
Imagen: La fuente de Mihanovich, emplazada en las barrancas de Belgrano.
Tomado de Las fuentes porteñas, libro de Oscar Félix Haedo, Bs. As., 1978.