(De Joaquín Gómez Bas)
La mersa te junaba desde abajo.
Tu trabajo
era un esgunfio eterno con vitrola.
Si en tu noche, tan sola,
se daba carambola,
enganchabas al punto con biyuya
que te llamaba suya
por el derecho mishio de unos mangos…
Rebajé los tamangos
chamuyándote en curda por la yeca
cuando al salir del feca
ibas a apoliyar dura de frío…
Por vos anduve medio chichipío;
Por vos anduve medio chichipío;
como un gil deshojé la margarita…
Y nada más. Para bancar tu hastío
me sobró labia y me faltó la guita.
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Imagen: "La vitrolera", óleo de Carlos Torrallardona.