(De Ángel O. Prignano)
Decidida la clausura del viejo ramal, la planificación y construcción del nuevo obligó a la empresa citada a iniciar contactos con los dueños de las tierras que se verían afectadas por su traza. De este modo fue concretando sucesivas operaciones, entre ellas la realizada con los herederos de Vicente C. Silveira, que les vendieron una lonja que cruzaba en diagonal el extremo sudoeste de su propiedad. Tal terreno tenía una superficie de 8.151,077 metros cuadrados y lindaba al norte y al sur con los vendedores, al este con terreno municipal y al oeste, camino de por medio (actual Mariano Acosta), con Marcos Demarchi. La venta fue protocolizada el 5 de junio de 1895 por el escribano José María Torreguitar.
El mismo día en que clausuraba el Tren de las Basuras –14 de septiembre de 1895–, el Ferrocarril del Oeste inauguraba el ramal Liniers-Riachuelo. A partir de entonces, por más de medio siglo este pintoresco tren surcaría extensos territorios que hoy forman parte de los barrios de Villa Luro, Parque Avellaneda, Flores, Villa Soldati y Nueva Pompeya. Recordemos que el Ferrocarril del Oeste, al quedar en poder del Estado, se denominó Domingo F. Sarmiento y hoy su explotación se encuentra privatizada a cargo de la empresa Trenes de Buenos Aires.
Como ha quedado dicho, se desprendía de la línea principal ascendente en las cercanías de la actual estación Villa Luro –más precisamente a la altura de la calle Lope de Vega– y, después de cruzar la avenida Rivadavia a pocos metros de Homero, se dirigía hacia el legendario Bañado de Flores –zona inundable y cenagosa que muy pocos se atrevían a transitar– en dirección a la estación Riachuelo (luego Ingeniero Brian), en Nueva Pompeya, y el Mercado Central de Frutos de Avellaneda.
Este ramal también contó con una bifurcación a la altura del kilómetro 8 de la vía descendente, que luego de traspasar la avenida Rivadavia entre las actuales Olivieri y Cardoso, empalmaba con la vía proveniente de Liniers entre Rafaela y Cajaravilla. Esta bifurcación fue levantada en 1923, cuando se electrificó la línea, dando lugar a un tramo de las calles Medina y White, y también a una plazoleta triangular (Rivadavia, White y Medina) que desde 1935 lleva el nombre del músico italiano Vicente Bellini. En virtud de que allí se agrupaban tres vías ferroviarias –la línea principal del FCO y los dos desprendimientos del ramal al Riachuelo–, esa zona de Villa Luro fue popularmente conocida como “las tres vías”.
Los mayores inconvenientes que debieron superarse para el tendido de este ramal se hallaron en el bañado, por lo que la empresa del ferrocarril debió construir terraplenes sobre los que fue extendiendo las vías. Uno de los grandes escollos fue la extensa laguna situada en el lugar que hoy ocupan las villas miseria 1, 11 y 14 –genéricamente conocidas como del Bajo Flores– y la Ciudad Deportiva del club San Lorenzo de Almagro (1). Para atravesar dicha laguna debió construirse un sólido talud con alcantarillado que permitiera la circulación de las aguas. Dadas sus características constructivas, por muchos años sirvió de muro de contención de las lagunas que se formaban con las lluvias y los torrentes que buscaban su natural reposo en las zonas más bajas. En tales circunstancias, las zanjas y zanjones que conducían las aguas al bañado se transformaban en riachos caudalosos y sumamente peligrosos. Por ello, el talud por donde se colocaron las vías fue utilizado habitualmente por los vecinos como camino seguro entre el Bajo Flores y Villa Soldati o Nueva Pompeya. Así, durante esas inundaciones y en distintas horas del día solían formarse caravanas de peatones, cuyas figuras se recortaban sobre el horizonte en lo alto del terraplén.
Este ramal al Riachuelo –esencialmente carguero– también contó con dos servicios diarios de pasajeros entre las estaciones Once y Riachuelo. Estos servicios comenzaron inmediatamente después de su habilitación y cesaron el sábado 28 de abril de 1923, tres días antes de que se inaugurara la electrificación de la línea urbana del Ferrocarril del Oeste.
En todo su trayecto existían dos puentes, uno carretero y peatonal, y otro ferroviario. El primero se ubicaba en el cruce con el Camino de Campana (hasta hace poco tiempo avenida Del Trabajo, hoy Eva Perón). Su abovedada estructura de ladrillos rojos a la vista permaneció en pie hasta septiembre de 1979, en que fue demolido para dar paso a la autopista Perito Moreno (AU 6). El puente ferroviario es aquel que aún podemos ver a pocos metros de la avenida Francisco Fernández de la Cruz, construido para que pudieran cruzar los trenes de la Compañía General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires (luego Gral. Manuel Belgrano, hoy privatizado y explotado por la empresa Trenes Metropolitanos ) (2). En las cercanías del viejo puente de Campana, aproximadamente en Laguna y la vía, se encontraba la casilla donde se guardaban las herramientas que los obreros ferroviarios usaban para el mantenimiento de los rieles. El capataz (o control de vías) que en la década de 1920 estaba a cargo del tramo Nueva Pompeya-avenida Directorio se llamaba Aguenor Bedetti, hombre rudo que “calzaba” un Smith & Wesson calibre 32 con cartuchera y cinto portabalas. Había que hacer frente a los delincuentes que muchas veces intentaban hacer disminuir la marcha de los convoyes para sustraer algo de la carga que portaban. Así de bravo era el Bajo Flores de aquellos tiempos.
El Estado nacional se hizo cargo de los ferrocarriles en 1948 y tres años después, en 1951, clausuró definitivamente el ramal Liniers-Ing.Brian. Enseguida se levantaron los rieles y comenzó la construcción de una gran arteria que uniría las zonas oeste y sur de la ciudad. De este modo, ese mismo año fue inaugurada la avenida Del Justicialismo.
Su traza dejó algunos espacios verdes a los que después se les fue dando nombres. Tales los casos de la mencionada plazoleta Vicente Bellini, que lleva esta denominación por ordenanza municipal Nº 6754 del 7 de agosto de 1935, y la plaza José Martí ubicada entre la nueva avenida y las calles Zuviría, Tte. Gral. Nicolás Levalle, Crisóstomo Álvarez y Mariano Acosta, cuyo nombre le fue dado por decreto municipal Nº 358 de 1953. Otras rotondas y plazoletas permanecen anónimas y sin parquizar, como las de Varela, Riestra y Castañares que fueron surgiendo a lo largo de la nueva arteria y hoy son “invadidas” los fines de semana por la muchachada futbolera del barrio.
La denominación de origen de esta avenida (Del Justicialismo) se mantuvo vigente hasta 1955, cuando por decreto Nº 1508 tomó el nombre del ilustre naturalista y explorador Francisco Pascasio Moreno (Perito Moreno). Entre 1973 y 1976 recuperó su nombre primigenio, para volver al actual mediante decreto-ordenanza Nº 1665/76.
A partir de 1981 y con la habilitación de las autopistas urbanas en Buenos Aires, el tramo que va desde la avenida Tte. Gral. Luis J. Dellepiane hasta Villa Luro fue tomado por la autopista Perito Moreno (AU 6), cuyo nivel sobreelevado dejó sepultada la antigua traza de la avenida homónima.
Y ya para finalizar, mencionemos tres pequeñas calles y el último segmento de una importante arteria que han quedado como virtuales veredas de la avenida Perito Moreno después de su apertura, pues corren paralelas a ella. Nos referimos a Pitágoras, ahora junto a la autopista entre Juan Bautista Alberdi y Directorio, María Remedios del Valle, entre Monte y Eva Perón, Eustaquio Cambieses, entre Portela y Mariano Acosta, y el tramo final de la avenida Bruix , también entre Monte y Eva Perón.
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(1)En este último lugar hoy vemos erguirse el novel estadio del club, bautizado “Pedro Bidegain”, conocido popularmente como Nuevo Gasómetro e inaugurado el 16 de diciembre de 1993.
(2) En la década de 1950, luego de la desactivación de este ramal, se construyó otro puente carretero cuando se diseñó el camino de acceso al Aeropuerto Internacional de Ezeiza (hoy avenida Tte. Gral. Luis J. Dellepiane), en uso en nuestro días para la autopista 25 de Mayo.
Imagen: Avenida Perito Moreno (Foto AUSA).