(De Raúl E. Levín)
Estanterías de espejos, botellones y
anuncios de latón,
irradian calles abatidas, oscuros
pasajes,
hedores estancados en veredas cenagosas,
mástiles meciendo sus crucetas,
esquinas sin ochavas, caminos pantanosos
hacia quintas
de la periferia, benteveos asomados a la
rutina
de los campanarios, casas de altos y arrebatos
de sus balcones.
Concisa historia en la humeante penumbra
del perpetuo pocillo de café.
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Imagen: Interior del café "El Federal" (Foto de espacioliving.com)