(De Hilda Guerra)
Hoy se escapó un diablo de un bandoneón
está suelto en la ciudad
acaricia estrellas en un bache
muerde ilusiones en un colectivo
hace cosquillas en las orejas de un remisero.
Lo vi de carambola
al cruza Uruguay
me coqueteó un rato.
Se me puso cerca,
como quien va para ese lado
traté de esquivarlo de pura rebelde nomás
me gambeteó media cuadra
y cuando se me caía la estantería
y cuando se me caía la estantería
le metí un gol.
Trata de acomodarse en un pentagrama
dolido de tango
en una corchea con pretensiones de fusa.
En un corazón sensiblero.
Me hizo volar a una playa mojada
la arena después de la lluvia
se arrugó como un fueye
después me trajo otra vez
me clavó un puñal en el músculo izquierdo
y cuando espichaba resurgí otra vez.
Se imaginan si uno hizo todo esto
qué despiole si se fuesen todos de milonga.
Andá sé buenito: volvé al bandoneón
queremos escuchar un dos x cuatro.
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Imagen: "Tango en rojo", óleo de Pedro Gaeta